jueves, 30 de noviembre de 2006

Una señora bien (o la pervertidita del country)

Los ojos alegres celestes artificiales. La boca estirada por la sonrisa lifting e hinchada vaya a saber uno por cuanto colágeno. La nariz con la empinada y el tamaño precisos, a fuerza de lija quirúrgica supongo. Los dientes blancos, blanquísimos. Los pómulos saliditos para afuera, con ese glamour medio pelo tan característicos por estos pagos. Una típica cara menemista que ríe a una cámara en algún evento. Eso era Nora Dalmasso: una típica cara menemista.

“Nora Dalmasso fue encontrada semidesnuda tendida sobre la cama de su hija de 16 años, con restos de semen en su cuerpo y ahorcada con el cinto de su bata de seda, la única prenda que tenía puesta en el momento de su muerte. Trascendió la versión de que la mujer estaba alcoholizada. Ayer circuló con fuerza un rumor que indicaba que podría haber perdido la vida mientras practicaba con un amante peligrosos juegos sexuales que consisten en potenciar el orgasmo mediante la estrangulación controlada. Dalmasso fue hallada con el cinto de la bata enroscado al cuello (con dos vueltas y un nudo tras cada circular) y con marcas de haber sufrido presión con los dedos en el cuello, lo que descartaría un hecho accidental”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ojo que la perversiòn no tiene porque estar asociada a la muerte, serìa demasiado moralizante. El menemismo si, porque es una perversiòn social: ahorca a quien no quiere ser ahorcado, digamos, y eso sk merece la puniciòn (por ahora reservad al cielo...)