“El cuerpo: el cuerpo es el modelo equívoco de la voluntad. Mirás la mano, decidís cerrar el puño y cierra. Con el brazo enyesado, mirás las únicas falanges visibles, querés cerrar la mano y la mano sigue paralizada ahí, pero dando, con su impotencia, la buena noticia de que alguna vez volverá a poder cerrarse a voluntad. Y si no tenés brazo, igual podrás comandar tu mano imaginaria: mandás la orden pero nada se cierra mientras se empieza a abrir la certidumbre de que si tuvieras tu brazo, tendrías allí una mano abriéndose.
Esa es la costumbre de la voluntad. Pero el mundo no es un brazo perdido. Ni siquiera es un brazo ajeno. El mundo es lo que sucede fuera del alcance, ya no del brazo, sino de toda voluntad.”
Rodolfo Fogwill en En otro orden de cosas
miércoles, 10 de septiembre de 2008
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