miércoles, 1 de agosto de 2007
Perro en acción
Subte, estación Alem, 11 de la mañana, un perro en el vagón. Un policía intenta agarrarlo, pero el pichicho se escabulle por la otra puerta. El policía lo sigue, el perro vuelve a entrar al vagón. Parece una película muda. Los pasajeros sonríen. Alguien grita algo (al cana, obvio). De repente, el perro se detiene en el medio de la formación, como esperándolo al policía. Su cuerpo se menea al ritmo de una cola loca de alegría. Está jugando. El uniformado se acerca, el can se desparrama en el piso, panza arriba en busca de caricias que consigue de inmediato. Suena la bocina anunciando la partida. El perro se levanta de un salto y sale corriendo por el andén. Sabe lo que vendrá: ladrar sin parar a ese subte que se va y a ese otro que viene llegando. Y de nuevo a empezar…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario