Para
los que me conocen, la aclaración que leerán a continuación
resultará innecesaria. Pero debido a que me expreso en un medio
donde no todos me conocen, haré la aclaración pertinente: soy
kirchnerista -sobre todo de 2008 a la fecha- y la manifestación de
ayer me parece saludable y hasta necesaria. Sobre todo porque la
mayoría de los que se expresaron ayer no suelen salir al espacio
público a manifestar sus reclamos. Que la gente salga a la calle,
deje de ver la tele, ponga el cuerpo y reclame me parece perfecto.
Cuando
ayer salí del subte en Los Incas y Triunvirato me encontré con
gente protestando. Lo que llegué a escuchar en boca de unas señoras
era algo sobre dólares y cierta necesidad de no parecernos a Cuba y
Venezuela. Llegué a casa, puse la tele y me encontré con Maxi
Montenegro en Canal 26 pidiéndole encarecidamente al notero, que
estaba en plaza de Mayo, que encuentre a un manifestante que no
insulte. Le costó pero lo encontró. Voy a TN y, mientras hablaba no
se que periodista en el piso, se mostraba a la gente en las calles.
Si uno se proponía leerle los labios, fácilmente deducía que
estaban gritando la palabra "dictadura". Cuando desde el
piso se les ocurrió abrir el sonido de la calle, se escuchó el hit
de la noche: "Andá con Néstor / la puta que te pario".
Voy a chusmear a twitter y el "Andá con Néstor" es
trending topic (es decir, es lo más mencionado en la red social en
la Argentina). Siguiendo el clima de época diario, la mayoría de
los tweet le deseaban la muerte a Cristina. Solo unos pocos trataban
de responder tanta irracionalidad. De todos me quedé con uno que
decía: Andá con Néstor = Viva el cáncer. Sin duda, hay una
genealogía entre aquello y esto. Justo hace unos días fui al
Archivo General de la Nación a ver unos videos sobre el peronismo.
En la búsqueda me encontré con uno donde se registraba una
manifestación a favor de la llamada Revolución Libertadora. La
plaza de Mayo estaba llena, mucho más que la plaza de ayer. El
camarógrafo retrataba los rostros en unos excelentes primeros
planos. Eran caras felices, con sonrisas que tenían todos los
dientes. (Este es otro tema: la estética del manifestante. Pero no
me voy a meter con eso porque implica una reflexión mucho más
detenida de la que puedo hacer ahora. Pero es un tema para pensar).
Esa gente se mostraba feliz porque el peronismo estaba -como un
cáncer- erradicado de sus vidas. Y gritaban a favor de un gobierno
de facto mientras pisaban un lugar que había sido bombardeado hacia
solo unos meses atrás.
Volvamos
a ayer. La palabra que más se escuchó fue "espontánea".
La virtud de la manifestación de ayer era la espontaneidad con la
que la gente se dispuso a reclamar. Y no me detengo en esa palabra
para indagar si fue o no verdad que hubo una convocatoria. Eso me
parece un dato muy menor. Me parece importante pensar en esa palabra
para reflexionar sobre el sentido que se le quiere dar. Los que no
comulgan con el gobierno dicen todo el tiempo que el kirchnerismo
plantea el binarismo en la política: ellos o nosotros. A mi modesto
entender, utilizar la palabra espontánea vinculada a cualquier
manifestación masiva y pública es quizá la solapada manera de
plantear el binarismo más peligroso de todos: política -
antipolítica. Si la espontaneidad de ayer se la vincula a que fue un
acto no politizado y se la contrapone con la despectiva argumentación
anti-peronista de que la gente va a los actos porque le dan un chori
y la coca, para mí, estamos en problemas como sociedad. Porque la
espontaneidad de ayer se contrapone con organización. Y la política
-partidaria o no- en cualquier comunidad requiere de organización y
cierta unidad. La masividad de ayer es tan real como la
heterogeneidad en los reclamos y la falta de organización y unidad.
Si eso prevalece, para mí, estamos en problemas.
Y
hablando de los reclamos de ayer, terminemos con esto. Antes, una
nueva aclaración: como buen licenciado en una carrera de Ciencias
Sociales no voy a generalizar sobre los motivos que llevaron a la
gente a participar ayer de un cacerolazo. Como dije antes, fue muy
heterogéneo y hubo de todo. No me van a escuchar decir que los que
fueron ayer son todos oligarcas, cipayos, vendepatrias, gorilas. No
pienso eso. Solo me voy a detener en algunas consignas que pude ver
en la tele y en una nota online de La Nación (El lado B del
cacerolazo antikirchnerista). Algunas expresiones fueron las
siguientes (los paréntesis son míos): Devuelvan el país, Queremos
que nos devuelvan la república (qué país, qué república); Basta
de kallar, Basta de diktadura (curiosa dictadura esta que permite la
manifestación de ayer); Cristina son psicótica y perversa (de Perón
decían que era un perverso que se curtía a pendejitas de la UES);
una cruz svástica con un texto abajo que dice: Cristina 2015 y una
imagen de Cristina comparándola con Hitler (un poco mucho, ¿no?).
Me pregunto: ¿por qué La Nación realiza ese recorte de consignas
tan poco vinculadas con la racionalidad? ¿Lo hicieron adrede o no
pudieron encontrar otras? No lo sabemos. Lo que sí creo saber es que
si esas consignas prevalecen y se imponen cómo la manera de expresar
disconformidad estamos complicados. Por eso lo único que deseo es
que toda esa gente pueda encontrar a alguien que los represente
políticamente y así podrán canalizar su odio de una manera
democrática: con el voto en las urnas.