martes, 26 de julio de 2011

Eva y Vicky

En el living de casa tenemos un cuadro de Eva. Está sobre una biblioteca, alta, allá arriba. Cada vez que entramos y salimos de casa, nos mira desde lo alto. Desde hace unos días, la nueva gracia de la chiquita la tiene como protagonista. Uno le pregunta a Victoria: "¿Dónde está Evita?", y ella la busca con la mirada. Así se quedan un ratito, mirándose, mientras la Vicky sonríe.

viernes, 15 de julio de 2011

Sobre vómitos e intolerantes


En twitter y facebook uno se encuentra con un montón de gente. Por suerte, con un montón de gente que piensa distinto a uno. Y eso está buenísimo. Lo que más valoro de estos espacios es la posibilidad de opinar y discutir. Uno escribe algo haciéndose cargo de su posición y tiene la obligación de aguantarse lo que va a venir. Aguantarse la opinión del otro es antes que nada respetarla. Luego, sí, discutirla pero siempre con respeto. Al margen de algún desliz (alguno mío debe haber por ahí) siempre intento hacerlo de esa manera. Hoy viví por estos lares virtuales una experiencia que merece conocerse. Guardare la identidad de el o la involucrado/a. No me interesa tanto la persona, sino más bien el síntoma que representa: el de la intolerancia de los que aseguran que los que apoyamos al gobierno nacional somos ultras e intolerantes ante las ideas de los que no comulgan con las nuestras.

La historia fue así. En principio hubo un intercambio por facebook. En ese intercambio intente discutir pero la otra parte sólo atinó a una risa: un largo ja. Como la persona tiene twitter, le dije que iba a seguirla por ahí porque me interesaba su buen sentido del humor y sus ideas. Así lo hice. Linda sorpresa me encontré a los pocos minutos (en la imagen adjunta pueden leerlo). Qué se yo. Ustedes dirán. A mi me da pena no poder discutir con las personas que no piensan igual a mí.

Me sorprende que asocie la posibilidad de discutir con la sensibilidad. Me cuesta entender eso. No entiendo que conexión mental debe hacerse para asociar una discusión sobre un tema de actualidad con la sensibilidad. Supongo que ante la imposibilidad de argumentar se acude a adjudicarle al otro (o sea yo) algún tipo de problema psicológico con el resto de las personas que no piensan como uno. Lo de decir lo que quiera en twitter es cierto. Uno puede decir lo que quiera. De hecho el o la susodicho/a lo hizo hasta llegar al agravio. Uno decide qué estilo tiene. El mío no es ese. Y no lo es porque intento ser inteligente y racional. Y desde esa base apoyo al gobierno de Cristina.